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26 de septiembre de 2011

El silencio de mi padre

Esta parte de las relaciones entre padres e hijos, por muy mayores que sean, siempre esta llena de complicaciones sentimentales. Las diferencias generacionales siempre intervienen y a veces impiden los acercamientos. Yo no puedo decir que con mi padre no haya podido hablar, por el contrario, siempre fue una persona abierta, comprensiva, intuitiva. De niña anhelaba su cercania, sus palabras siempre sabias para mi, su enofque de la vida y los acontecimientos. De joven y adulta, siempre valore, aunque no acepté, sus maneras de pensar. Dialogar con mi padre fue siempre interesante, divertido, cautivador. Ahora a sus 90 años y con todas sus capacidades al 100, se ha callado. Hay un pretexto permanente que utiliza para no hablar no solo conmigo, sino con todos. La soledad del último año ha apagado la brillantez de su palabra, ha oscurecido el brillo de su pasión. Yo, siempre sensible a sus palabras, me derrumbo ante su silencio y ante el silencio que me obliga a mantener cuando estoy a su lado. Me revuelvo en la incomoda silla que descansa al lado de su cama y hago esfuerzos extraordinarios para mantener fija mi mirada en la tv siempre prendida, nunca vista ni escuchada. No alcanzo a entender nada, me bulle dentro ese coraje que me produce el sometimiento al silencio. Claro que, no pasan mas de 15 minutos y ya me encuentro despidiendome y él, contradictoriamente me pregunta ¿por que tan pronto?... el corazón me salta de repente, pero 10 segundo mas y ya me esta diciendo "vete, esta bien"...me acerco a darle un beso y le digo "cuidate papi"....entonces vuelve el aplastante silencio "no me hagas hablar, no ves que no puedo"............ no entiendo. Desearia saber que pasa por su mente, pero mas que eso, estar segura de que mi presencia es deseada aunque yo me voy deseando no volver.

17 de marzo de 2011

Sesenta años........el recuento o reencuentro?

Durante 59 años no entendí por qué es tan notorio o fuerte el cumplir 60 años. En los últimos meses y a medida que se acerca para mi ese tiempo, caigo en la cuenta de que casi cada 20 años, he hecho un "recuento", un cierre, por decirlo de alguna manera,de un círculo de experiencia de vida. 60 son importantes porque son los últimos que creo podré analizar con casi todas mis capacidades, y lo digo porque lo intuyo. Me doy cuenta que lo planeado en mis 20, casi no tuvo nada que ver con lo realizado en los siguientes 40 años. Fui una idealista y soñadora, siempre viendo con ilusión, con coraje, con entusiasmo la vida que se abria a mi paso. Planee ser alguien valioso para la vida, alguien que hiciera a la humanidad un aporte importante, que dejara huella de su paso. Quizas prevaleció en mí el deseo de destacar por mis capacidades y mi voluntad mas que por mi belleza, que como comentario al margen, no fué muy notoria de entrada, ademas siempre busque que se viera de mi algo mas allá de lo que se percibe a primera vista, o al menos asi lo creí en ese momento, deseaba que los demàs vieran en mi algo mas allá; quizás inteligencia, sabiduría (que siempre ambicione sin lograrlo) sensibilidad, ternura, etc. Sin embargo mi belleza sí fué importante, sí busqué siempre mi imágen en un espejo, acrecenté el brillo de mis ojos y aun a la fecha los retoco levemente para resaltar su color aceitunado heredado de mi madre, hice malabares con mi lacio cabello, persegui cada indicio de admiración por mi cuerpo, atesoré piropos hasta los 50 o mas, incluso apenas unos días antes, dentro del carro, recibí un cierre de ojos de otro automovilista que, para ser sincera,mas que halagarme, me hizo reír. Fue un descubrimiento y un trabajo mantenido a través de todos estos años y aún conservo algunos resquicios de esa fuerza femenina que tal vez no aproveche del todo pero que sutilmente permeo mi andar por la vida. Lo otro, aquello que está mas allá de los sentidos tampoco fué como lo pensé. Me apliqué, eso es cierto, y mas que inteligente o sabia, he sido tozuda, diría mi padre, tenáz, perseverante y eso sí, intuitiva, lo reconozco como una característica personal que me ha ayudado mucho en la vida. Sé hacer conexiones entre eventos, ideas, posibilidades y eso me ha llevado a hacer algunas cosas medianamente exitosas y quizás hasta un poco interesantes. Siempre he sido una persona de esas a las que les hablas de algo o escuchan una conversación cualquiera y de manera inmediata empieza a hacer planes para realizar algo con esa información. He sido mas de planeación que de implementación, soy mas de visión que de realización, pero he aprendido a "hacer" y a "realizar" porque por lo general vienen otros a mi lado que con su sola presencia me mueven a concretar tantos sueños, èsto ha sido un lìo en mi vida porque lo que se me da fàcil es diseñar, ver posibilidades, pero no hacer. Lo notorio al fin, de cumplir 60 años, es que casi nada de lo planeado resultó, y que hoy mas que hacer "recuento", me "reencuentro" a mí misma, y no precisamente a la de 20 sino mas bien a la pequeña niña zurda, la sándwich, insegura, necia y obstinada que fui y que al parecer siempre estuvo presente. Creo que me he reconciliado a través de los años con ella, y la abrazo al llegar a los 60 y celebro saber que aún esta viva, confiando en poder disfrutarla los siguientes 20.

28 de enero de 2011

¿Que me hace ver tan negro?

Tiene varios dias que creo ver oscuridad en todo. Cada rincón donde acumulo experiencias se aprecia frío, turbio, es como si se hubieran tapiado las ventanas, los filos de las puertas, los tragaluces, se hubieran fundido los focos, cancelado las estrellas y alguien se hubiera comido la luna despues de cocerla consumiendo sol. La humanidad es la misma de siempre....nada ha cambiado, y eso me hunde en la desesperanza, pero lo mas negro es darme cuenta que tampoco cambiará. Ya no creo con esa fe ciega, en nada de lo que pude haber creído, y me incluyo en todo eso. Ni en mi misma creo, porque me voy descubriendo cada dia diferente. Quizas en un esfuerzo por rescatar algo del hundimiento fatal, hay una luz a la que me aferro a creer, el amor. Aquél que cree sin limites, espera sin limites, perdona sin límites.....aunque ese parece de otro mundo, pero crece humildemente en mi corazón y se prodiga en su pequeñéz sobre mi familia, mi esposo, mis hijos, mi nieta y los niños, siempre los niños, los ajenos, los propios, los lejanos, los cercanos, los pobres, los abandonados, los enfermos, los maltratados, los de aqui y los de allá, los niños, siempre los niños.Quizas me falta verlos más, estar más con ellos para darle color a mi vida. Y mis hijos, ¿dónde encontrarán su luz a mis alturas para no perderse en la negrura?